miércoles, 23 de febrero de 2011

Spartacus: Una imitación barata de Gladiator y 300

Spartacus, sangre y arena. Así se llama la nueva apuesta que ha hecho Cuatro por intentar enganchar a la población española los miércoles por la noche. Yo, personalmente, he sido de los que han decidido darle una oportunidad al ya mítico y conocido gladiador rebelde... pero solo he aguantado el primer capítulo.

La serie trata de un hombre honrado, leal servidor de su pueblo, buen marido y mejor persona. Poseedor de un cuerpo perfectamente esculpido, guapo y con unos ojos azules que quitan el hipo a cualquier chica que decida mirarlos. Un Adonis vaya. Solo que no se llama Adonis, se llama Spartacus (Espartaco en castellano). La trama comienza cuando su pueblo, Tracia, decide apoyar al Imperio Romano para acabar con los Getas, solo que al final serán los propios romanos quienes les traicionen. Spartacus, obviamente molesto, se rebelará contra ellos a fin de salvar a su esposa y a su pueblo, pero los romanos, que son más y más fuertes, le capturarán y le convertirán en un gladiador.

El hilo de la historia está bastante visto. Hombre bueno que pierde a su mujer y por venganza acabará con todo lo que se le ponga por delante. Nada nuevo que digamos. ¿Cuáles son los puntos que la serie tiene a su favor? Pues en principio cuenta con unos efectos especiales hechos por ordenador que se las prometían mucho pero que a mí me han parecido más bien decepcionantes...  no así la técnica del slow motion que utilizan de manera bastante acertada. Lo malo es que es una mala copia de 300.

Ahora, eso sí, para todo aquel que quiera ver tetas a mansalva y para aquellas que quieran ver cuerpos de hombres aceitosos esta es su serie, porque por secuencia hay más carne que en una película española. Por no hablar de las secuencias de sexo gratuito que meten para darle un poco más de dinamismo al asunto. Entre batalla y batalla escena de cama tórrida y sexy que te crió. Claro, te ponen esto en el trailer con una música cañera y cuatro efectos medianamente currados y así claro que te tragas el primer capítulo. ¡No saben nada!

Otra cosa que también me ha parecido bastante curiosa es la cantidad de tacos e improperios que los personajes llegan a soltar en cuestión de minutos. No sabía yo que hace mas o menos dos mil años dijesen los mismos palabros que utilizamos hoy en día. Bueno, eso y tampoco entiendo como las mujeres que aparecen en esta serie van todas con las uñas perfectamente pintadas, con el pelo como recién salido de la peluquería, con un maquillaje extraordinario y con un depilado que ni la Satin Ice de Philips vamos. 

Bromas aparte. Spartacus ha resultado ser toda una decepción. Por un lado la historia carece de originalidad y por otro los efectos se han quedado a mitad de camino. Ni siquiera la frase que los gladiadores utilizan para motivarse entre ellos, la sangre y el honor definen al hombre, ha llegado a convencerme. Supongo que será para gustos, y que a mucha gente le habrá gustado, pero yo, la semana que viene, optaré por otra opción que me convenza más.

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